Para el mes de mayo se trabajará con el valor del RESPETO.
El equipo de Orientación y Pastoral entregó el material a cada curso para reflexionar sobre dicho valor y mejorar personal y colectivamente en nuestras acciones.
Algunas prácticas para considerar:
1.- El respeto en la vida diaria:
Podemos expresar respeto en nuestro día a día de muchas formas.
Hablar con nuestros estudiantes de las múltiples formas en las que pueden ser respetuosos en su vida diaria les ayudará a ponerlo en práctica.
Podemos pedirles que piensen en comportamientos respetuosos, por ejemplo, eres respetuoso cuando:
*Trato a los demás con consideración. No les discrimino o aparto por considerarles diferentes.
*Acepto opiniones diferentes a las mías. Debato y digo lo que pienso sin infravalorar a los demás.
*Me comporto con educación: pido las cosas por favor, agradezco, saludo y me despido.
*Resuelvo los conflictos hablando, sin violencia verbal o física. Defiendo mis derechos con asertividad.
*Me dirijo a los profesores con educación y les expreso mis desacuerdos en privado y con calma.
*Guardo los secretos de los demás y no revelo información privada.
*No critico a las espaldas ni difundo falsos rumores sobre los compañeros.
*Soy puntual. Espero mi turno para hablar.
*No miro el celular cuando estoy hablando con una persona.
*Respeto el descanso de los demás por la noche. No grito ni pongo música en la madrugada, ni pongo música alta en espacios públicos.
*Valoro y aprecio el trabajo y esfuerzo de otros: la comida que ha preparado mi madre o padre, el trabajo que ha presentado en público un compañero de clase, etc.
*Cumplo con las normas de convivencia escolar y familiar.
*Tiro la basura a la papelera, no pinto las paredes, recojo las heces de mi perro, etc.
2.- ¿Cuándo no estoy respetando?
Invitar a los estudiantes a pensar en diferentes formas de ser no ser respetuoso.
Para ello, se puede trabajar en una lluvia de ideas sobre todas las formas que se les ocurran en las que una persona puede ser irrespetuosa.
*Anotarlas en una hoja.
* Analizarlas y reflexionar juntos, sobre las distintas maneras en que podemos ser irrespetuosos.
Estos son ejemplos de comportamientos irrespetuosos:
* No responder cuando te saludan.
* Gritar a tus padres o ignorarles cuando te hablan.
* Hacer faltas intencionalmente a un jugador durante un partido.
* Empujar a alguien para pasar.
* Burlarse y ridiculizar a una persona por su condición física.
* Reírse o infravalorar a una persona por ser mayor.
*Llamarle viejo de forma despectiva.
* Grabar a una persona con el móvil y difundirlo sin su consentimiento.
* Difundir fotos privadas. * Tomar un refresco en la calle y tirarla al suelo.
* Hablar en clase mientras el profesor está explicando o pidiendo silencio.
* Reírse de un compañero que está exponiendo un trabajo en clase.
* Ridiculizar su trabajo. * Hacer daño a un animal.
*Interrumpir la clase con comentarios inapropiados.
*No escuchar a la persona que habla.
*No pedir la palabra.
*No esperar su turno para hablar. (entre otras)
3.- El respeto en las redes sociales.
Este tema merece especial atención. El rápido desarrollo de la tecnología y las comunicaciones ha permitido que los jóvenes tengan acceso a numerosas aplicaciones comunicativas. Interactuar a través de chats y redes sociales está a la orden del día. Desgraciadamente, es habitual que los adolescentes se insulten y desprecien a través de las redes sociales, se burlen unos de otros o se amenacen.
La distancia y la invulnerabilidad de las redes sociales les hace sentirse más confiados para escribir sin respeto ni autocontrol. Algo que quizás no se atreverían a decir en persona, pero sí lo hacen a través de un chat.
De hecho, estas conductas no son exclusivas de los adolescentes. Si revisamos chats en los que intervienen adultos, también vemos esta tendencia a faltar al respeto fácilmente.
Es muy importante enseñar a nuestros jóvenes que este tipo de conductas, que pueden parecerles inofensivas, son una grave falta de respeto hacia la otra persona. Hay que recordarles que detrás de la pantalla hay una persona real, con sentimientos, que está recibiendo esos mensajes. Es necesario pensar antes de escribir y cuidar bien lo que decimos porque puede tener consecuencias graves tanto para la otra persona, como para nosotros mismos.
Equipo de Pastoral y Orientación